Enfoque psicosocial aplicado al trabajo de protección de personas defensoras
Las personas defensoras de derechos humanos (DDH) realizan su actividad en contextos difíciles, en los que la sensación de riesgo o amenaza, y el miedo o estrés que ello puede generar, hace inevitable que se dé un impacto emocional a nivel individual o colectivo.
Por ello, cuando trabajamos con personas DDH debemos garantizar un cuidado psicosocial individual y colectivo. Esto significa, entre otras cosas, incorporar el principio de “acción sin daño” (do no harm) a nuestro trabajo y ser capaces de identificar síntomas de afectación emocional personal y grupal.
En “Enfoque psicosocial aplicado al trabajo de protección de personas defensoras de derechos humanos“, explicamos brevemente qué entendemos por enfoque psicosocial, qué implicaciones tiene para el trabajo de protección con personas defensoras de derechos humanos, y cuáles son los principales elementos a tener en cuenta para la aplicación efectiva de este enfoque.